En estos meses de invierno, en los que las temperaturas son bastante bajas, se incrementa el número de consultas de reumatología debido a que son más frecuentes los dolores musculares y articulares, así como lesiones debido a la debilidad de los músculos a causa del clima. En estos casos, lo mejor es recurrir a algún tratamiento para articulaciones, que aliviarán el malestar y si las molestias no desaparecieran, acudir a su médico especialista.